Thursday, July 24, 2008

El Padre Nuestro




















Padre nuestro que estás en los cielos .

¿Qué quiere decir esto? Con esto, Dios quiere atraernos para que creamos que Él es nuestro verdadero Padre y nosotros sus verdaderos hijos, a fin de que le pidamos con valor y plena confianza, como amados hijos a su amoroso padre.


Primera Petición

Santificado sea tu nombre.

¿Qué quiere decir esto? El nombre de Dios ya es santo de por sí; pero rogamos con esta petición que sea santificado también entre nosotros.

¿Cómo sucede esto? Cuando la palabra de Dios es enseñada en toda su pureza, y cuando también vivimos santamente conforme a ella, como hijos de Dios. ¡Ayúdanos a que esto sea así, amado Padre celestial! Pero quien enseña y vive de manera distinta de lo que enseña la palabra de Dios, profana entre nosotros el nombre de Dios. De ello, ¡guárdanos, Padre celestial!.



Segunda Petición

Venga tu reino.
¿Qué quiere decir esto? El reino de Dios viene en verdad por sí solo, aun sin nuestra oración. Pero rogamos con esta petición que venga también a nosotros.

¿Cómo sucede esto? Cuando el Padre celestial nos da su Espíritu Santo, para que, por su gracia, creamos su santa palabra y llevemos una vida de piedad, tanto aquí en el mundo temporal como allá en el otro, eternamente.



Tercera Petición
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

¿Qué quiere decir esto? La buena y misericordiosa voluntad de Dios se hace, en verdad, sin nuestra oración; pero rogamos con esta petición que se haga también entre nosotros. Cuando Dios dispersa y dificulta todo mal propósito y voluntad que tratan de impedir que santifiquemos el nombre de Dios y de obstaculizar la venida de su reino, tales como la voluntad del diablo, del mundo y de nuestra carne. Así también se hace la voluntad de Dios, cuando Él nos fortalece y nos mantiene firmes en su palabra y en la fe hasta el fin de nuestros días. Esta es su misericordia y buena voluntad.



Cuarta Petición

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

¿Qué quiere decir esto? Dios da diariamente el pan, también sin nuestra súplica, aun a todos los malvados; pero rogamos con esta petición que él nos haga reconocer esto y así recibamos nuestro pan cotidiano con gratitud.

¿Qué es esto: el pan cotidiano? Todo aquello que se necesita como alimento y para satisfacción de las necesidades de esta vida, como: comida, bebida, vestido, calzado, casa hogar, tierras, ganado, dinero, bienes; piadoso consorte, hijos piadosos, piadosos criados, autoridades piadosas y fieles; buen gobierno, buen tiempo; paz, salud, buen orden, buena reputación, buenos amigos, vecinos fieles y cosas semejantes a éstas.



Quinta Petición

Y perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.

¿Qué quiere decir esto? Con esta petición rogamos al Padre celestial que no tome en cuenta nuestros pecados ni por causa de ellos nos niegue lo que pedimos. En efecto, nosotros no somos dignos de recibir nada de lo que imploremos, ni tampoco lo hemos merecido, pero quiera Dios dárnoslo todo por su gracia, pues diariamente pecamos mucho y sólo merecemos el castigo. Así, por cierto, también por nuestra parte perdonemos de corazón, y con agrado hagamos bien a (todos) los que contra nosotros pecaren.



Sexta Petición

Y no nos dejes caer en la tentación.

¿Qué quiere decir esto? Dios, en verdad, no tienta a nadie; pero con esta petición le rogamos que nos guarde y preserve, a fin de que el diablo, el mundo y nuestra carne no nos engañen y seduzcan, llevándonos a una fe errónea, a la desesperación y a otras grandes vergüenzas y vicios. Y aun cuando fuéremos tentados a ello, que al fin logremos vencer y retener la victoria.



Séptima Petición


Mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria por los siglos de los siglos.

¿Qué quiere decir esto? *Con esta petición rogamos, como en resumen, que el Padre celestial nos libre de todo lo que pueda perjudicar nuestro cuerpo y alma, nuestros bienes y honra, y que al fin, cuando llegue nuestra última hora, nos conceda un fin bienaventurado, y, por su gracia, nos lleve de este valle de lágrimas al cielo para morar con él. Amén.
¿Qué quiere decir esto? Que debo tener la certeza de que el Padre celestial acepta estas peticiones y las atiende; pues él mismo nos ha ordenado orar así y ha prometido atendernos.

Amén, amén , quiere decir: Si, sí, que así sea.

El Credo Apostólico


Artículo Primero: La Creación


Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.

¿Qué quiere decir esto?
Creo que Dios me ha creado y también a todas las criaturas; que me ha dado cuerpo y alma, ojos, oídos y todos los miembros, la razón y todos los sentidos y aún los sostiene, y además vestido y calzado, comida y bebida, casa y hogar, esposa e hijos, campos, ganado y todos los bienes; que me provee abundantemente y a diario de todo lo que necesito para sustentar este cuerpo y vida, me protege contra todo peligro y me guarda y preserva de todo mal; y todo esto por pura bondad y misericordia paternal y divina, sin que yo en manera alguna lo merezca ni sea digno de ello. Por todo esto debo darle gracias, ensalzarlo, servirle y obedecerle. Esto es con toda certeza la verdad.


Articulo Segundo: La Redención

Y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra del Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre todopoderoso, desde donde vendrá para juzgar a los vivos y a los muertos.


¿Qué quiere decir esto?
Creo que Jesucristo, verdadero Dios engendrado del Padre en la eternidad, y también verdadero hombre nacido de la virgen María, es mi Señor, que me ha redimido a mí, hombre perdido y condenado, y me ha rescatado y conquistado de todos los pecados, de la muerte y de la potestad del diablo, no con oro o plata, sino con su santa y preciosa sangre y con su inocente pasión y muerte; y todo esto lo hizo para que yo fuese suyo y viviese bajo él en su reino, y le sirviese en justicia, inocencia y bienaventuranza eternas, así como él resucitó de la muerte y vive y reina eternamente. Esto es ciertamente la verdad.


Artículo Tercero: La Santificación

Creo en el Espíritu Santo, una santa iglesia cristiana, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable. Amén.


¿Qué quiere decir esto?
Creo que ni por mi propia razón, ni por mis propias fuerzas soy capaz de creer en Jesucristo, mi Señor, o venir a Él; sino que el Espíritu Santo me ha llamado por medio del Evangelio, me ha iluminado con sus dones, y me ha santificado y conservado en la verdadera fe, del mismo modo como él llama, congrega, ilumina y santifica a toda la cristiandad en la tierra, y la conserva unida a Jesucristo en la verdadera y única fe: En esta cristiandad él me perdona todos los pecados a mí y a todos los creyentes, diaria y abundantemente, y en el postrer día me resucitará a mí y a todos los muertos y me dará en Cristo, juntamente con todos los creyentes, la vida eterna. Esto es ciertamente la verdad.

Los diez mandamientos


El Primer Mandamiento
No tendrás dioses ajenos.


¿Qué quiere decir esto? Mas que a todas las cosas debemos temer y amar a Dios y confiar en El.


El Segundo Mandamiento

No usarás el nombre de tu Dios en vano.


¿Qué quiere decir esto? Debemos temer y amar a Dios de modo que no usemos su nombre para maldecir, jurar, hechizar, mentir o engañar, sino que lo invoquemos en todas las necesidades, lo adoremos, alabemos y le demos gracias.


El Tercer Mandamiento


Santificarás el día de reposo.


¿Qué quiere decir esto? Debemos temer y amar a Dios de modo que no despreciemos la predicación y su palabra, sino que la consideremos santa, la oigamos y aprendamos con gusto.


El Cuarto Mandamiento.


Honrarás a tu padre y a tu madre.


¿Qué quiere decir esto? Debemos temer y amar a Dios de modo que no despreciemos ni irritemos a nuestros padres y superiores, sino que los honremos, les sirvamos, obedezcamos , los amemos y tengamos en alta estima.


El Quinto Mandamiento

No matarás.


¿Qué quiere decir esto? Debemos temer y amar a Dios de modo que no hagamos daño o mal alguno a nuestro prójimo en su cuerpo y vida, sino que le ayudemos y hagamos prosperar en todas las necesidades de su vida.


El Sexto Mandamiento


No cometerás adulterio


¿Qué quiere decir esto? Debemos temer y amar a Dios de modo que llevemos una vida casta y decente en palabras y obras, y que cada uno ame y honre a su cónyuge.

El Séptimo Mandamiento


No hurtarás.


¿Qué quiere decir esto? Debemos temer y amar a Dios de modo que no quitemos el dinero o los bienes de nuestro prójimo, ni nos apoderemos de ellos con mercaderías o negocios falsos, sino que le ayudemos a mejorar y conservar sus bienes y medios de vida.


El Octavo Mandamiento.


No darás falso testimonio contra tu prójimo.


¿Qué quiere decir esto? Debemos temer y amar a Dios de modo que con mala intención, ni traicionemos, ni calumniemos, ni difamemos a nuestro prójimo, sino que lo disculpemos, hablemos bien de él e interpretemos todo en el mejor sentido.

El Noveno Mandamiento


No codiciarás la casa de tu prójimo.


¿Qué quiere decir esto? Debemos temer y amar a Dios de modo que no tratemos de obtener con astucia la herencia o la casa de nuestro prójimo, ni nos apoderemos de ellas con apariencia de derecho, sino que le ayudemos y cooperemos con él en la conservación de lo que le pertenece.

El Décimo Mandamiento


No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, criada, ganado ni cosa alguna de su pertenencia.


¿Qué quiere decir esto? Debemos temer y amar a Dios de modo que no le arrebatemos al prójimo su mujer, sus criados o sus animales, ni los alejemos, ni hagamos que lo abandonen, sino que los instemos a que permanezcan con él y cumplan con sus obligaciones.


¿Qué dice Dios de todos estos mandamientos en conjunto? Dice así: "Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso que visito el pecado de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen. Pero a los que me aman y guardan mis mandamientos, les hago misericordia hasta millares de generaciones."


¿Qué quiere decir esto? Dios amenaza con castigar a todos los que traspasan estos mandamientos. Por tanto, debemos temer su ira y no actuar en contra de dichos mandamientos. En cambio, él promete gracia y todo género de bienes a todos los que los cumplen. Por tanto, debemos amarlo y confiar en él y actuar gustosos conforme a sus mandamientos.